Un mexicano descubre la cura contra la calvicie

La alopecia es uno de los males más terribles para las personas, en especial para los hombres como este reportero. Yo he visto a mis treinta y once años cómo como esa cabellera abundante que presumía jocosamente en mis días de juventud, se fue transformando en vil extensión de mi frente, y poco a poco quiere entablar amasiato con mi nuca.

He probado productos de todo tipo, desde pelucas, peluquines, pelucones, injertos, turbantes, etcétera, pero nada da resultado, lo que me causa una depresión tan terrible que a veces ni me presento a trabajar a las oficinas de El Dizque y mejor me voy a comer taquitos de suadero allá por el metro Tacubaya. O sea que además de haber perdido grandes cantidades de dinero en la búsqueda de recuperar aquello que se ha ido con el tiempo, pues he ganado menos por andar de prángana.

Sin embargo, mi editor me informó que un científico mexicano ha descubierto como contrarrestar los terribles efectos de la alopecia. Ni tardo ni perezoso, le gané la asignación al colega Héctor Garza y me fui corriendo a entrevistar al científico en su casa de la colonia Lomás del Putumayo.

“Después de muchos años de estudio, de perder a mi familia, comprometiendo mi salud y mi integridad, hoy puedo decir que este mal tiene una solución”, dijo el profesor Viridiano Torquemada en entrevista.

— ¿Y en qué consiste el método, señor profesor?

— Es a base de resina.

— ¿Qué tipo de resina es?

— La resinación.

Este reportero se disculpa por haber enviado al profesor a terapia intensiva. Los doctores no le dan mucho tiempo de vida.

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