Hace ya más de un cuarto de siglo que el Undertaker irrumpió en los rings de WWE. Su personalidad oscura, sobrenatural y macabra ha causado, desde entonces, una sensación de terror a todos los que se cruzan en su camino.
Como si se tratara de un personaje de The Walking Dead o alguien sacado de una película de Alfred Hitchcock, Rob Zombie o Walt Disney, se le ha conocido como «El Hombre Muerto», pero, ¿qué tan de cierta es eso de que está muerto?
Recientemente, un grupo de científicos del Instituto de Genética de Chiconcuac, se dieron a la tarea de investigar si Undertaker es, efectivamente, un hombre muerto, como afirman los comentaristas cada vez que hace su entrada al ring.
Los estudios, dirigidos por el afamado profesor Anastasio Saratoga fueron realizados a un pedazo de tela tomado por un fanático en un evento en vivo. La tela fue analizada con los más sofisticados y modernos equipos.
El resultado fue espeluznante: “Podemos decir, sin temor a equivocarnos —reveló el profesor Saratoga—que el Undertaker no es un hombre muerto. Repito: no es un hombre muerto”.
De acuerdo al estudio, y para decepción de los miles de seguidores del Undertaker, eso de que es un muerto viviente, al parecer, sólo forma parte de su personaje dentro la lucha libre profesional.