Después de que varios municipios del país decretaran la ley seca con el fin de que las personas no salgan de sus casas y anden organizando fiestas y reuniones, un grupo de emprendedores ha encontrado la solución, la creación del primer «cheladucto».
Este complejo sistema de tuberías estará conectado con las principales empresas cerveceras del país. Los usuarios podrán contratar una extensión directamente a su domicilio, teniendo así un medio para surtirse de la bebida. De hecho, podrá usarse la misma tubería de agua, aunque entonces ya no se recibiría agua, pero eso no es problema.
► El cheladucto es una realidad
El cheladucto no depende de ninguna de las compañías cerveceras; es una iniciativa ciudadana, creada en acuerdo con las mismas. Cada una de las embotelladoras contará con su propio servicio de medición, por lo que el consumidor podrá contratar su favorita. Y en el caso de verdaderos aficionados, podrán tener más de una conectada a su domicilio. El recibo se emitirá de manera mensual.
El servicio estará disponible a partir de mañana, aunque considerando el entusiasmo de los trabajadores, es posible que esté disponible incluso antes. Es un proyecto más grande que el Tren Maya, pero la motivación para terminarlo es mucha.