Preocupados por la forma en que la popular aplicación ha afectado sus vidas, un grupo de usuarios de WhatsApp decidió crear el primer grupo de adictos, de manera que por medio del apoyo mutuo, pudieran salir de lo que se ha tornado en un hábito destructivo.
La tía Brígida, una de las iniciadoras de este grupo, nos habló de su experiencia «Yo solía levantarme a las 4 de la mañana para poder encontrar la mayor cantidad de imágenes de piolines, y así poder mandarlas en cuanto saliera el sol. A veces caía en crisis de ansiedad si no encontraba un mensaje motivacional nuevo. Era espantoso».
Lassater Par Anoia, por otro lado, nos dijo: «Durante semanas, me dedicaba a buscar esas noticias que las grandes corporaciones no quieren que sepas, y me encargaba de distribuirlas por todo el Whats… Perdí amigos y familia, pero ellos no han logrado doblegarme, aunque a veces paso demasiado tiempo en este trabajo de divulgación».
El problema es que las sesiones del grupo de adictos al WhatsApp son en WhatAapp, y como se juntan adictos de todos los tipos, las sesiones se convierten en lluvias de motivacionales, noticias de como usan los gansitos para controlar tu mente y memes varios.