Causó preocupación en la sociedad mexicana la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda. El ahora ex secretario argumentó que hubo discrepacias en materia económica con la actual administración, pues “se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”. La renuncia de Urzúa es el primer golpe fuerte para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pues la salida de Germán Martínez del IMSS fue, por el contrario, algo así como que muy chévere.
A los pocos minutos, el presidente López Obrador anunció que el reemplazo de Urzúa sería el subsecretario Arturo Herrera, quien es maestro en economía, ha trabajado en el Banco Mundial y fue secretario de Finanzas del gobierno capitalino precisamente con AMLO.
Sin embargo, no pasó ni media hora cuando Herrera, a través de su cuenta de Twitter, dio a conocer su carta de renuncia a la Secretaría de Hacienda, argumentando que hubo discrepacias en materia económica con la actual administración, pues “se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”.
Ante ello, López Obrador le ofreció el puesto a Ricardo Anaya, quien iba pasando por ahí. Anaya dijo no saber nada de economía, pues estudió derecho. “Por eso: necesitamos gente derecha”, contestó AMLO. “Bueno, pues ya qué”, dijo el panista al aceptar el puesto.
Se espera que Anaya renuncie en el transcurso del día. Ya se perfila José Antonio Meade como su sustituto.