Para nadie es un secreto que la política se maneja en lo oscurito, a pesar de que debiera ser siempre cosa pública. Los acuerdos entre partidos rivales y entre facciones rivales al interior de los partidos, se llevan a cabo en el más absoluto de los secretos. Sólo así consiguen negociar los acuerdos que les permiten consumar sus diabólicos planes.
Uno de estos acuerdos secretos es el que ha permitido al Partido Acción Nacional (PAN) poner como candidata a la gubernatura del Estado de México a Josefina Vázquez Mota, pues su probable triunfo prácticamente aseguraría que su vieja rival, Margarita Zavala, obtuviera la candidatura presidencial para 2018.
De acuerdo al diputado independiente Temístocles Bariloche, este acuerdo se llevó a cabo gracias a un grupo de intermediarias que organizaron una reunión.
“Fue en medio del bosque a media noche. Pude estar presente escondido detrás de unos arbustos, y fui testigo de un acto endemoniado, un verdadero aquelarre”, declaró Bariloche.
— ¿No tuvo miedo, diputado?
— La verdad, sí. Tuve miedo, mucho miedo de que me descubrieran y me convirtieran en un renacuajo, en una cucaracha o en árbitro de futbol.
Bariloche afirma que las asistentes, lideradas por Josefina, Margarita y un chaparrito al que llamaban Felipe, procedieron a sellar el pacto de unidad bebiendo una poción que allí prepararon.
“Me fijé bien en lo que le pusieron: Patas de mosco zancudo, uñas de gato sangrón, pico de pájaro zurdo, cuernos de chivo panzón. Ojos de cuervo dormido, colas de rata y ratón, y los colmillos molidos de un jabalí cachetón”.
Qué mello.