Después de meses de excavaciones, un grupo de arqueólogos mexicanos ha descubierto que los chistes de Pepito parecen ser mucho más antiguos de lo que originalmente nos habíamos imaginado, y los hallazgos que presentaron el día de hoy han sorprendido a la comunidad científica mundial.
La doctora Alma Sena Piedra, jefa de esta expedición, nos mostró las fotos de una de las ruinas que descubrieron recientemente en las cercanías de Tabasco, y que se remontarían a los primeros años de la cultura olmeca.
► El origen de los chistes de Pepito
«Como puede ver aquí, nos encontramos referencias a un dios muy antiguo de esta cultura, y que hasta ahora había sido desconocido. Al parecer, se le conocía como Pepi-Tótec, y era la deidad del humor. Los antiguos olmecas le dedicaban sacrificios en forma de chistes, donde se burlaban de sus reyes y gobernantes para apaciguarlo”.
Al parecer, los aztecas tomaron el mismo rito, pero debido a su particular religión, se volvió un culto secreto, adquiriendo el nombre de Pepitztli, y su templo estaba en Pino Suárez. A pesar de no reverenciarse de forma abierta, tuvo una gran cantidad de seguidores en todo el Imperio.
Con la llegada de los españoles, los frailes agustinos recoletos se encargaron de secularizarlo, y fue cuando se le utilizó como protagonista de chistes, postura que ha mantenido hasta nuestros días.
«Si bien aún tenemos que confirmar, parece que cada vez que se cuenta un chiste de Pepito, en realidad estamos rindiendo culto a una deidad muy antigua», concluyó.