La cuarta transformación está en marcha, y una de sus bases es la austeridad republicana. Esta política busca recortar todos los gastos innecesarios, y contrasta directamente con lo visto en sexenios anteriores, en los cuales el despilfarro era la regla a seguir del gobierno federal.
Ya vimos un poco de esa austeridad con la iniciativa para bajar sueldos a los servidores públicos, además de vender el avión presidencial. Sin embargo, hay una nueva medida que podría causar rechazo entre la ciudadanía: la cancelación de la Navidad.
La iniciativa de ley para que esto sea posible fue llevada al pleno de la cámara de diputados el día de hoy. Su autor es el legislador Doménico Grincheslao Uribe.
“Con esta medida, la nación ahorrará una fortuna”, declaró el diputado morenista. “Si ignoramos la Nochebuena y la Navidad y nos ponemos todos a trabajar como si nada, dejaremos de gastar 700 mil billones de pesos”.
La ley haría que estén prohibidas no sólo las celebraciones, sino también todo tipo de adornos navideños, los cuales, asegura el diputado, consumen cantidades estratosféricas de energía eléctrica. “Y el horno no está para bollos —dijo—, por eso tampoco habrá bollos navideños ni pasteles”.
Las bancadas del PRI, PAN, PRD, MC y Panal se han mostrado receptivas a la medida. La condición que ponen es que no se cancele el pavo navideño que les darán el 24 de diciembre.
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