Nace en la Ciudad de México la quesadilla de hamburguesa, pizza y chilaquiles

La Ciudad de México es considerada una de las urbes de mayor diversidad gastronómica en el mundo, pues la oferta en cuanto a estilos de cocina es inmensa.

“Los chilangos somos de buen diente y nos gusta experimentar continuamente con los sabores y combinar todo lo que encontremos a nuestro paso”, aseguró el crítico culinario Pietro Gulash del Sope. “El menú de la ciudad dejó hace mucho de ser sólo de tacos, tortas y pollo rostizado; ahora ya hay combinaciones que son una delicia al gusto de todos, menos de los regiomontanos, que son bien cuadrados”.

El destacado crítico nos llevó por los rumbos de Tacuba y Legaria, donde se ha creado un auténtico manjar para todos los gustos: “No importa si eres un chavo banda o un hipster de la Condesa; no importa si eres Godínez o todo un empresario. El caso es que este platillo promete ser la delicia de todos”.

Gulash nos presentó en un puesto callejero la auténtica y original quesadilla de hamburguesa de pizza con chilaquiles, “que, sin duda, da para todos los gustos en un sólo platillo”.

Su creador, don Ludovico Montpellier, nos dijo:

“Por acá por la zona, desde Tacuba hasta el parque de Cañitas, se venden tacos, garnachas, hamburguesas, pizzas, etcétera. Un día que iba yo caminando con mi mujer, ella tuvo antojo de una quesadilla. Cuando llegamos dijo que ya no, que mejor una hamburguesa, pero ya cuando nos iban a atender pensó que mejor una pizza, y como no se decidía, terminó por hacer chilaquiles en casa”.

Fue así como surgió la genial idea del joven emprendedor: “Vi la posibilidad de crear un platillo con todos estos ingredientes, y el resultado es fabuloso”.

La preparación es muy sencilla: “Mientras la pizza de peperoni y piña se va horneando con los chilaquiles encima, voy preparando dos hamburguesas de res con tocino y una de pollo empanizado con su mayonesa, catsup y mostaza. Estando todo listo, se pone en una tortilla gigante rellena de queso con chorizo y aguacate que se prepara en el comal, envolviendo todo. Encima se le puede agregar salsa, lechuga, crema y cueritos”.

— ¿Y tiene un nombre el platillo?

— Aún no tiene un nombre, pero mi mujer está fascinada con esto, se la come enterita todos los días, y hablo de la quesadilla, no sean mal pensados ni pasados de lanza con mi vieja”, concluyó.

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