En apego a la política de la Cuarta Transformación, que busca lograr los avances por medio del convencimiento, se ha creado el primer grupo de C.A., o sea, Corruptos Anónimos. La idea es que haya centros de C.A. distribuidos por toda la república, como una forma de ayuda para todos aquellos que quieren dejar la corrupción, pero por más que lo intentan, nomás no han podido.
Uno de los creadores de C.A., que al ser anónimo no nos dijo su nombre, nos explicó cuál era el objetivo de esta agrupación.
«Antes que nada, los corruptos tenemos que aceptar que estamos bien inches enfermos y que no nos podemos curar por nosotros mismos. De hecho, la corrupción es incurable, y sólo podemos mantenerla a raya un día a la vez”.
El grupo está abierto a todos los niveles, desde policías de crucero hasta altos funcionarios de todas las instituciones públicas o privadas, cuyo único requisito es el deseo sincero de dejar la corrupción.
“Para mí ha sido dificilísimo”, dijo nuestro entrevistado. “Ya he sido presidente municipal tres veces, y he robado tanto que me asquea ver lo gigantesca que es mi mansión. Por eso me quiero mandar a hacer otra.
Corruptos Anónimos también se dio la tarea de crear su propio sistema de doce pasos. Sin embargo, no han podido completarlo, debido a que misteriosamente desapareció el presupuesto que les asignaron.