Los últimos cuatro años no han sido los mejores en la presidencia de Enrique Peña Nieto, quien cada vez ve más reducida su popularidad.
Fiel creyente de la ley y la justicia, Peña Nieto ha decidido tomar medidas al respecto:
“Yo me debo a la nación, es a quien sirvo y a quien debo darle cuentas. La nación misma es mi único jefe”, dijo el presidente durante un acto en el Salón Los Ángeles de la Residencia Oficial de Los Pinos.
“He querido ser amable, he querido ser respetuoso y hasta gracioso, pero ya sé que no aplauden. He hecho todo lo que está en mis manos por hacer mi trabajo, pero la nación siempre me critica, me presiona, me compara, me hostiga y me acosa. No se vale, mano”.
Peña Nieto reveló que ha hablado con sus asesores legales a fin de entablar una demanda laboral en contra de la nación.
— ¿Una demanda laboral en contra de la nación? —preguntamos.
— Una demanda laboral en contra de la nación — respondió.
La demanda, que ha sido presentada ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, tiene como objeto, que la nación respete la labor del presidente: “Yo sólo quiero que la nación deje de hacer mofa de mis errores, que la nación deje de insultarme, de ofenderme, de maltratar a mi familia, de criticar cada cosa que hago. Existe un gran acoso y hostigamiento laboral contra mi persona”.
De ganar la demanda, Peña Nieto exige una compensación de 15 mil millones de pesos más aguinaldos, vacaciones y salarios caídos.
“No pido más que lo justo. Pónganse en mi lugar y díganme, ¿ustedes qué harían?”, finalizó.