El arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes, anunció que este año se piensan tomar medidas más activas para impulsar la participación de los feligreses, por lo que se celebrarán misas en las playas.
«Estamos conscientes que muchos de nuestros feligreses tienen jornadas de trabajo agotadoras, y realmente merecen un descanso, pero tampoco es bueno que olviden sus obligaciones para con la Iglesia. Por ello, si ellos no se acercan a nosotros, nosotros nos acercaremos a ellos», señaló.
De acuerdo a este novedoso proyecto, el arzobispo se ha coordinado con las diócesis a las que corresponden las principales playas del país, quienes deberán enviar a alguno de sus sacerdotes a los centros turísticos, de modo que se celebre una misa cada dos horas, de las 12 a las seis. Así, sin importar el horario, cualquiera de los asistentes podrá oírla sin tener que interrumpir su descanso.
Por ahora, no ha habido reacciones de hoteleros o posibles turistas, excepto que varios curas han solicitado que, cuando menos, que fuera posible que en la liturgia se utilice cerveza en vez de vino. «Es para que no se nos vaya a cruzar», según sostuvieron. El arzobispo no se ha pronunciado sobre esta propuesta, pero es muy poco probable que le haga caso.