El 21 de diciembre de 2012, el mundo llegaría a su fin, según lo establecían las antiguas profecías mayas. Han pasado cuatro años desde esa fatídica fecha, ¿por qué no sucedió nada? Para saberlo, entrevistamos al conocido investigador de actividades paranormales, don Jaime Maussan, quien nos hizo importantes revelaciones:
— ¿Por qué no se acabó el mundo, maestro Maussan?
— Está usted equivocado, joven. El mundo sí se acabó.
— ¿Cómo se va a acabar, si aquí estamos platicando como si nada?
— Le explico: Lo que sucede es que los habitantes del planeta ya olvidaron cómo era realmente la vida antes de que el mundo llegara a su fin. Piensan equivocadamente que nada sucedió en 2012 y que la vida continuó como si nada. No saben que los recuerdos que tenemos de antes de esa fecha nos fueron implantados.
— ¿A qué se refiere, maestro?
— A que nos encontramos en una realidad artificial. La vida antes de 2012 era muy distinta.
De acuerdo a Maussan, antes de que el mundo terminara, vivíamos en una sociedad perfecta, sin violencia, sin pobreza. Todo era felicidad y armonía, paz y prosperidad, dicha y bienestar.
“Son pocos los que están conscientes de la verdad. Ahora estamos en el inframundo pagando por nuestros pecados”.
— ¿Y el fin del mundo pudo haberse evitado?
— Sí… Pero nadie… nadie hizo nada.