En el 70 aniversario de la detonación de la bomba atómica en la ciudad de Hiroshima, Japón, muchas personas parecen haber olvidado el grado de devastación causado. Las tragedias tanto de Hiroshima como de Nagasaki (9 de agosto) marcaron la segunda mitad del siglo XX, haciendo que ésta fuera llamada la era atómica, caracterizada por un miedo tal a la bomba que la tensión existente entre los bloques comunista y capitalista fue tremenda durante décadas.
“Muchos lo ven como algo lejano”, dijo en entrevista telefónica el doctor Ifigenio Strangelove, experto en temas bélicos. “Al percibirse como algo del pasado remoto, nadie teme estas cosas, aunque es importante no perder de vista el pasado para no repetir los errores.”.
Quizá inspirado en eso del temor, el magnate Donald Trump propuso atemorizar al ya atemorizado pueblo mexicano: “He estado pensando que cuando gane las elecciones el gobierno mexicano no querrá construir el muro fronterizo”, afirmó en entrevista con Fox News. “Y ahora que estaba viendo lo del aniversario de la gloriosa gesta heroica del Enola Gay, que acabó con los invasores japoneses antes de que nos invadieran, pues pienso que podemos utilizar nuestro arsenal atómico para amedrentar a los mexicanos, para que así no sólo construyan nuestro muro, sino que también pinten nuestra cerca”.
Ante esto, nos dimos a la tarea de buscar al presidente Enrique Peña Nieto, pero nos dijeron que salió y que si queríamos dejar recado. Y como no había tiempo que perder, buscamos a algunos gobernadores para que nos respondieran qué pensaban acerca de la posibilidad de la detonación de una bomba atómica en México.
“¿Por lo del aniversario? Me parece bien”, nos dijo Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla. “Aquí cada cinco de mayo hacemos una representación de la batalla de Puebla, y no veo que haya nada de malo en que los Estados Unidos quieran celebrar de esa manera. Hay muchas tierras desérticas aquí en México, y pueden usarse para explotar sus bombas cada año”.
Quisimos aclarar la pregunta, pero nos dijo que tenía que ir a hacer proselitismo.
Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del DF, respondió: “¿Detonar una bomba atómica en México? No me han informado de ello, pero si es con permiso del señor presidente, supongo que está bien. Eso sí, que no sea en la Ciudad de México… Bueno, podría ser si el señor presidente quiere que sea aquí”.
Quisimos aclarar la pregunta, pero nos dijo que tenía que ir a reprimir una manifestación.
Manuel Velasco, gobernador de Chiapas, respondió: “Tendría que analizarse. Yo creo que puede funcionar si puede crearse con ello una atracción turística, ya sabes. Si eligen Chiapas, podríamos hacer otro Cañón del Sumidero, estaría padre. ¿Dónde firmo?
Quisimos aclarar la pregunta, pero nos dijo que Anahí lo llamaba a la recamara.
Javier Duarte, desgobernador de Veracruz, fue más directo: “¿Detonar una bomba atómica en México? ¡Claro, yo me encargo! ¡Ya sé con quiénes la podría usar! ¡¡Dénmela, dénmela, buajajá!!”
Quisimos aclarar la pregunta, pero preferimos colgar.