Concluyeron la noche de ayer las grabaciones del Super Bowl LIII. El esperado partido entre los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Carneros de Los Ángeles salió a la perfección, logrando un producto con una gran carga emocional.
Como es costumbre, fueron filmados tres finales diferentes (uno en donde ganan los Patriotas, uno en donde ganan los Carneros, y otro en donde los Patriotas humillan a los Carneros), esto a fin de evitar spoilers innecesarios.
“Es muy importante mantener la mística”, declaró Alan Smithee, director del Super Bowl de este año. “No queremos que la prensa filtre los resultados, pues eso provocaría una baja considerable en la venta de guacamole para el próximo domingo, que es cuando se emitirá el partido”.
El Dizque pudo estar presente en las grabaciones, las cuales duraron cerca de 17 horas, debido a los cortes y a la repetición de jugadas. Esta vez la duración no generó protestas por parte del público, pues por primera vez se jugó en un estadio vacío. La multitud será añadida en post producción. “Nos ahorramos una fortuna en extras”, dijo Smithee al respecto.
No muchos saben que el Super Bowl es grabado y siguen pensando que se transmite en vivo, pero sería difícil lograr eso, pues el sindicato de jugadores de la NFL logró, hace varios años, que en el contrato colectivo se especificara que el domingo del Super Bowl nadie debe trabajar, pues es un día en que todos quieren quedarse en casa con sus familias para ver el Super Bowl.
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