Después de las polémicas declaraciones del magnate Donald Trump, en las que dijo que México estafa a Estados Unidos “más que cualquier otra nación”, además de denostar el triunfo de Alejandro González Iñárritu en los Oscares, la popularidad de Trump en México llegó casi al nivel de la de Enrique Peña Nieto.
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“Esta vida es un negocio. Para ganar hay que perder y para perder hay que ganar. Lo di todo por México y me paga con humillaciones y malos tratos. Sé de buena fuente que entre ustedes se tratan muy bien. Si van, por ejemplo, al IMSS, siempre los atienden rápido y de buena gana, pero que no llegue un extranjero con billetes, porque valió mothers”.
Trump dijo que en México todo le sale mal. “They grabbed me as his little pig”, aseguró.
Sin embargo, su enojo es contra México, no contra los mexicanos: “A ustedes los aprecio, chulos de bonitos, mis prietos. Voy a hacer algo para ganar la simpatía de los mexicanos, y como siempre, ganar dinero”.
El magnate confesó que ha estado en pláticas con Peña Nieto para adquirir un terrenito: “En un par de meses me van a entregar las escrituras de un terrenito, un pueblo llamado Xochimilco. Acabo de adquirirlo y próximamente planeo poner franquicias tanto en los estados del mismo país como en ciudades importantes del mío”.
— ¿Es en serio?
— Tan en serio como que estoy a punto de despedirlo. Sólo habrá un pequeño cambio. Dejará de llamarse Xochimilco; ahora será Xochitrump. Monterrey y Tijuana serán las primeras ciudades del país con franquicia de Xochitrump, y en un par de meses, en Atlantic City tendremos un Xochitrump para toda la gringada, mis paisas”.
— ¿Algo que quiera agregar a esta entrevista, Mr. Trump?
— Mexicanos, quiéranme. Yo los quiero. Y quiero su money.