De la mano del visionario Marcial Maciel, llegan Los Legionarios de Cristo

VERACRUZ, 1941— Motivado por el laicismo excluyente y anticatólico, un joven seminarista ha anunciado que el día de hoy, 3 de enero de 1941, ha fundado una congregación religiosa que llevará por nombre La Legión de Cristo.

“Bueno, por ahora se llama Misioneros del Sagrado Corazón y la Virgen de los Dolores, pero ya luego le pondremos Legión de Cristo», aclara dicho jovencito, llamado Marcial Maciel.

Con 21 años, Marcial es sobrino Francisco González Arias, obispo de Cuernavaca, y de Rafael Guízar y Valencia, obispo de Veracruz, y se encuentra en plena formación clerical. “Ya en unos tres años me estaré ordenado sacerdote”, afirma.

El vivaz Maciel dice que desde chiquillo tenía la idea de formar una congregación, pues vivió en carne propia la guerra cristera: “Mi tío es el general Jesús Degollado, que fue de los cristeros que no tuvieron la fortuna de ser llamados mártires y por ahí anda todavía”.

En 1928, en Sahuayo, Michoacán, Maciel fue testigo del sacrificio de uno de los mártires de dicha guerra, el niño José Luis Sánchez del Río:

“Yo tenía siete años y vi que Joselito fue capturado por las fuerzas del gobierno, que quisieron dar a la población civil que apoyaba a los cristeros un castigo ejemplar. Le pidieron que renegara de su fe, pero pos él no aceptó. Su madre vio la oportunidad de tener a un santo en la familia, y animó a su hijo a ser mártir. Luego le cortaron las plantas de los pies y… Bueno, todo eso lo retratarán bien en una película que seguramente harán en unos setenta años”.

Quizá se deba a su admiración por José Luis Sánchez del Río que Maciel siente la necesidad de proteger a los niños.

“¡Es que nadie piensa en los niños! Me he pasado la juventud denunciando eso. ¿Alguien por favor quiere pensar en los niños?

Es por ello que Maciel destinará gran parte de sus esfuerzos en hacer que los niños se sientan cómodos.

“Ahora que haya lana, pues fundaré escuelas para niños varones, casas hogar y dormitorios, muchos dormitorios”, asegura emocionado el joven Marcial.

Maciel, quien asegura contar con el respaldo del presidente Manuel Ávila Camacho, por lo pronto ya tiene todo listo para comenzar a operar la Escuela Apostólica Misional del Sagrado Corazón de Jesús, en la Ciudad de México. “Eso por el momento, ya después fundaré el Instituto Cumbres y la Universidad Anahuac”, añade. «Después iré a España para hablar con Francisco Franco e intercambiar posiciones ideológicas».

Sin duda hacen falta a esta sociedad más jóvenes como Marcial Maciel, lo cual contribuiría a terminar con la amenaza del comunismo que cada vez cobra mayor fuerza.

Nos despedimos de nuestro entrevistado, que tenía que ir a impartir clases de música. “Debo enseñarle a los niños del coro a tocar el órgano”, afirmó.

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