La conmemoración de los 500 años de resistencia indígena ha dado pie a que el gobierno federal implemente una serie de cambios para que la sociedad mexicana se identifique más con sus raíces ancestrales.
Una de las primeras medidas es que los pesos serán sustituidos por los tlacos. Otra es que el Lago de Chapultepec contará con policía en chinampas.
Una más es que se eliminará la lengua castellana como materia en la educación básica, y a todos los niños se les enseñará el náhuatl desde temprana edad. Esto con el fin de que, eventualmente, esta lengua sea la oficial en nuestro país. El castellano será declarado ilegal.
La razón es clara: No podemos seguir llamándonos una nación independiente y al mismo tiempo seguir usando la lengua de los conquistadores. Poco a poco iremos construyendo un lenguaje realmente mexicano, de modo que pronto sea una forma más de expresión de nuestras raíces.
A partir de la próxima semana, todos los documentos oficiales, formatos y trámites se tendrán que realizar en náhuatl, pues de otro modo no se le dará curso a los mismos.
Por otro lado, la decisión no fue tomada de manera muy entusiasta por los estados del Sureste, que nos dieron su opinión en maya. Y como nosotros sólo hablamos castellano, náhuatl y sueco, no les entendimos, pero por el tono de su voz, parece que decían algo muy feo.