Hace tres meses, científicos de dos de las principales instituciones educativas dedicadas a la investigación y divulgación científica, el Conalep y el Colegio de Bachilleres, lograron uno de los sueños más importantes para la ciencia mexicana: aislar los compuestos curativos de la saliva de mamá, gracias, en gran medida, a que las investigaciones sobre este ancestral producto se iniciaron y profundizaron en este país.
Ahora, y con el apoyo de instituciones como Genoma Lab, AztraZeneca y Farmacias del Ahorro, se inaugurará en enero próximo el laboratorio farmacéutico Babitas de Vida, que pretende competir en cuanto a producción con otros como Roche o Johnson & Johnson.
Según Eleuterio Pérez y Pérez (doctor, empresario y próximamente actor de Televisa): “Babitas de Vida no tendrá precedentes en la historia. Fuimos los mexicanos los que descubrimos las propiedades de la saliva de mamá para detener el sangrado de rodilla, peinar cabellos rebeldes, desintegrar cerilla de las orejas, bajar la fiebre, anestesiar quemaduras de primer y segundo grado, y un largo etcétera. Algunos hospitales del DF ya usan la saliva de mamá como anticoagulante y desintoxicante, por eso es necesario exportar nuestro conocimiento a todos los rincones del globo. Incluso tenemos un departamento que se encarga de la creación de productos como desmaquillantes, quitamanchas y antidepresivos”.
Los encargados de cortar el listón de apertura serán Mario Molina (científico ganador del Premio Nobel), Günter Blobel (Premio Nobel de Medicina) y Valentina de Albornoz (la excirujana de Alejandra Guzmán). Según los últimos informes, ya se tiene a más de 30,000 mujeres escupiendo en jornadas laborales de seis horas. Ellas cuentan con certificación por parte del Instituto Mexicano de Amor Materno y dicen estar preparadas para asumir el reto.