Margarita Zavala continúa en su camino hacia la silla presidencial. Confiada porque las encuestas aparentemente la favorecen, ya ha contactado a los más renombrados diseñadores de interiores a fin de que propongan las remodelaciones pertinentes para el Castillo de Chapultepec, donde piensa vivir una vez reciba la investidura.
La esposa del expresidente Felipe Calderón no da paso sin huarache ni deja títere con cabeza, pues incluso ya registró sobrenombres que le ha puesto la chusma, como La Calderona y #LadyFecal, para que si la quieren insultar, al menos le paguen por concepto de derechos. También busca hacer suya la marca de La Diosa de la Cumbia.
Además, ya comienza a hacer promesas de campaña, como la de encarcelar a todos los microbuseros corruptos y bajar los impuestos a los iPhone, a las pastillas Tic Tac y al triptófano en los suplementos alimenticios.
Su más reciente promesa tiene que ver con los XV Años de Rubí, y así lo dijo en conferencia de prensa:
“He visto que el pueblo de México está muy entusiasmado con esta celebración, lo cual me tiene sin cuidado pero me llena de inmensa alegría. Es por ello que, para promover el turismo, la inversión extranjera y el bienestar generalizado de la población en general, instituiré los XV Años de Rubí como una celebración anual, que se unirá a la Navidad y al Año Nuevo como el triunvirato de las fiestas decembrinas”.
— ¿Y dónde queda la fiesta de la Virgen de Guadalupe, señora Zavala?
— Ésa es una fiesta religiosa, señor. Yo hablo de fiestas paganas.
Rubí, por su parte, estudia la propuesta de Margarita Zavala, pero nos adelantó que no cree que sea buena idea seguir festejando sus XV Años para cuando tenga más de 30.