Los regiomontanos exigen congruencia en el relleno de los burritos

La Cámara Regional de la Industria de la Comida Callejera Neoleonesa (Cricocán) anunció la mañana de hoy que iniciarán un proceso legal más en su eterna cruzada para lograr congruencia entre los nombres de los alimentos y lo que contienen.

Ya a finales del año pasado interpusieron un recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que sólo puedan llamarse quesadillas las tortillas dobladas rellenas de queso —“Así como si no tiene hoyo, no es salvavidas, si no tiene queso, no es quesadilla”, dice una parte del escrito—, y ahora van contra los burritos.

“Mira, bato, no nos importa que digan que los burritos son de Ciudad Juárez o que son de Guanajuato”, declaró don Garcés Garza García de Treviño, vocero del Cricocán. “La cosa es que no se les puede llamar burrito a cualquier tortilla de harina rellena. Ya les dicen así aunque lleven sólo frijoles o sólo queso, y no se vale, pues’n”.

— ¿Entonces qué deben llevar?

¡Deshebrada de burro! ¡Por eso se llaman burritos!

— ¿Quiere usted decir que todos los burritos que venden en Nuevo León los hacen con carne de burro?

— ¿Pues qué otra cosa, bato? ¡Faltaba más, sobraba menos! ¡Ah qué güerco tan preguntón!

A continuación, este reportero abandonó el estado al ver que el menú del día incluía niño envuelto, rabo de mestiza, frijoles puercos, ropa vieja y pollo violado.

Suscríbase a El Dizque y empice mejor el día.