En 2018 habrá elecciones, tras de las cuales, Enrique Peña Nieto, entregará la banda presidencial a quien resulte electo.
Mucho se ha criticado su gestión. Sus detractores no dejan pasar desapercibido ninguno de los errores, que por cierto, son bastantes. Pero ante todo, hay algo que ilumina la vida del presidente, y es su esposa, la señora Angélica Rivera.
Ella, una actriz consentida por el público, sobre todo después de su refrito llamado Destilando Amor, telenovela con la que se ganó el amor y el cariño del pueblo mexicano, ese mismo que cuando se supo que se casaría con el entonces gobernador del Estado de México, vieron en ella una novela hecha realidad.
Hoy, se ha anunciado que Peña Nieto ha dado instrucciones para que en próximas fechas, el amor hacía su mujer se vea honrado con la inmortalidad de su nombre. Con ello, el Castillo de Chapultepec, será llamado ahora Château Angélica Rivera.
Esto, según dice el Presidente, ayudará de igual manera a darle una identidad especial al lugar, a que la gente se anime a visitar más Chapultepec, pero sobre todas las cosas, que la gente no deje en el olvido el nombre de la actual primera dama.
Esto se tiene programado para el próximo año, quizás como uno de los últimos eventos locales en los que participe el presidente.