Tras haber reconocido que Jerusalén es la capital de Israel, el mandatario estadounidense Donald Trump vuelve a ir a la carga, pues nuevamente ha ignorando tanto al Congreso como a sus asesores y al gabinete para tomar otra decisión unilateral, esta vez en un conflicto que por años ha sido llevado sólo dentro del territorio mexicano: el de las quesadillas de queso.
«Quesadillas de queso. Los mexicanos llevan mucho tiempo discutiendo sobre un punto tan simple. lo que demuestra que no están preparados para decidir por ellos mismos. Es un hecho».
«Pero no temas. He decidido ayudarles a resolver el problema, así que reconozco que sólo cuando las quesadillas lleven queso podrán ser nombradas así. A las otras podrán ponerle otro nombre, y eso ya no es mi problema».
Los tuits del presidente estadounidense se han tomado con beneplácito en el norte de México: “Pues parece que el bato no es tan malo. Se la baña con algunas cosas, pero creo que es justo”, declaró Teófilo Garza, vendedor de cabrito de Nuevo León.
En contraste, la postura de Trump ha generado una gran cantidad de protestas en la capital mexicana, pues consideran que esta actitud es una forma descarada de intervencionismo. El diputado Espiridión Pérez, quien pidió permanecer en el anonimato, nos dijo: «No podemos permitir algo así. ¡Debemos convocar a una intifada!”
Varios analistas temen que, si Trump no se retracta, estalle una guerra civil en México.